La batalla contra la incursión popular en diversas disciplinas culturales es una constante, y una constante absurda cuando se libra desde sectores progresistas. Decía Pierre Bourdieu que todo orden establecido tiende a naturalizar su propia arbitrariedad, y en este sentido, la defensa a ultranza de lo canonizado en el ámbito literario no deja de ser una forma de conservadurismo. Observando la creación artística legítima desde una perspectiva antropológica, podemos decir que se trata de una estrategia de comunicación que ha obtenido grandes cotas de poder simbólico por diversos medios; si la pensamos en términos sociológicos, estamos ante un recurso terriblemente escaso y desigualmente repartido. Dicho esto, ¿estamos defendiendo lo culturalmente legítimo por su valor sustantivo - son realmente tan trascendentes o iluminados los mensajes distribuidos por los creadores y creadoras a quienes tenemos por referentes -, o ...